Mi loft en Coruscant

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lunes, 7 de junio de 2010

RISAS Y MÁS RISAS.

El viernes me tocó cocinar, se está poniendo de moda. Tan pronto como decido hacer mis famosísimas pizzas empiezan a llegar invitados a casa de T. Muy divertido todo, ahora, eso sí, me tienen como una esclava en la cocina. Después tuve que salir corriendo, que quería hacer unas gestiones pero nada, llegué tarde, así que me dediqué a destrozarme la mano con el futbolín. Menos mal que estaba R. allí dispuesto con la tirita y los alcoholes. El futbolín me va a matar.
El sábado fue día de descanso, que ya está bien, que se note algo que es fin de semana. Así que pelis, palómitas y series. Lo de siempre, vamos.
Y ayer domingo llegaron de sorpresa las risas. Despues de mucho remolonear, me obligó T. a echarnos a la calle, y acabamos en el tempe viendo el chou dominguero y bebiendo mejunjes indescifrables. Y vino mi golpe de suerte, que al pobre T. le cogieron las tranformistícas de conejillo de indias y pasó casi todo el espectáculo en el escenario siendo objeto de todo tipo perrerías. Angelito. Lloré de la risa y todo. Ainsss estos pequeños momentos de felicidad.
Hoy lunes ya, más de lo mismo, un pastosismo en la boca y unos folios que no se pasan solos. Pero que todo mucho mejor, creo.

jueves, 3 de junio de 2010

LOS RATOS FELICES

Todos los martes y jueves, después del coñazo academiquil, me tomo un granizado en el sitio de siempre. Como siempre me atiende C. que primero me pasa el periódico y a los cinco minutos ya estamos partiéndonos de risa por alguna gilipollez que se nos ha ocurrido. Son los buenos ratos, que los hay, parece que no, pero son bastantes.
El lunes fui con T. a ver Ander. La ponían en Centrofama dentro del ciclo de cine lgtb de la Filmoteca. Concurridisimo el cine, me quedé muy sorprendido. La peli muy bien, yo ya la había visto, pero sin subtítulos, por lo que me había perdido gran parte de la trama ya que hablan mucho en euskera. Idioma en el que es imposible pillar algo. Había partes incluso en las que yo creía que estaban discutiendo y resultaron ser las más humorísticas. Mucho del carácter vasco ahí implicito. Me recordó al capítulo de los Simpson en que Lisa se pierde en el barrio ruso y todos le gritan y ella se asusta cuándo solo le están diciendo palabras amables.
El resto del ciclo me parece una mierda. O no hay dinero, o los organizadores tienen una sequía de ideas de lo más apabullante. No creo que vaya a ninguna. Una lástima. Ha habido años que no me he perdido ni una.
Tengo un dedo jodido. Al final ha pasado. Una lesión de futbolín. El viernes estuve casi tres horas jugando. Entre que soy el rey del movimiento de muñeca, que nunca pierdo y que tengo un enganche fenomenal, voy a tener que racionarme el futbolín. No sé si podre. Es otro de los ratos divertidos de la semana.
Mejor me llevo un bote de reflex el próximo día. Ah, la dura vida del deportista de élite.