Sáles un miércoles, que es el día de cañas y al llegar a casa a las doce (que es la hora prudente de los trabajadores y los que sabemos vivir la vida) te encuentras con la puta necesidad esa de tener novio, de dormir con alguien, de no encontrarte mortalmente sólo, a pesar de habértelo pasado de muerte con veinte amigos, de necesitar un aliento a tu lado, de no sentirte muerto, de notar una caricia, incluso de notar un ligero reproche, de notar un calor, quizá excesivo en la cama, de necesitar si acaso un poco de aire, pero vamos, de sentirse querido.
Al final la buena vida te pasa su
factura. Al final es verdad que es necesario seguir las normas.
X!!!
¡
3 comentarios:
aaaaay... (suspiro de ternura)
No son normas, Sr. Skywalker... No son normas. Estamos hechos de eso.
¡Qué bien reencontrarte!
coxis, si estaba muy tierno, sí.. como me conoces...
Semana? no sé como llamarte, tienes razón, norma no es la palabra aunque por ahí iban mis tiros....
Publicar un comentario