Hoy es el gran día. Los nortes peninsulares colapsados por el tráfico y la afluencia de gente con la maleta llena de calentadores de todos los colores. Se ha acabado el Reflex en todas las farmacias y los traumatólogos han anunciado que van a estar todos de guardia durante toda la noche para atender las lesiones y dislocamientos que se pudieran producir en los asistentes. Al final, el cercanías que me iba a llevar hasta Bilbado ha sufrido unos ligeros inconvenientes con unos socavones y unos robos de vías y no voy a poder estar. No obstante he contratado los servicios de unas espiritistas que me han prometido un viaje astral de ida y vuelta para poder estar, al menos, de forma intangible y kármika.
Los calentadores, eso sí, no me los puedo llevar.
1 comentario:
y yo viendo Hannah Montana... hay que ver, hay que ver... No me modernizo
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