Aunque parezca mentira (me pongo..., no no, borra eso) todavía hay gente que sigue viendo la televisión, algunos incluso la pública, e incluso e inconcebiblemente sigue habiendo gente que sigue viendo series españolas. Dior se apiade de ellos. Así que cómo servicio público voy a dar una pequeña muestra de las grandes series que se pueden ver en la actualidad y que no incluyen ningún dialogo tipo los serrano, no hay adolescentes gritonas y los decorados no son de Ikea y los sets no estan sobreiluminados. Todas optan por tener una duración adecuada al ritmo narrativo y no se prolongan estúpidamente en el tiempo y en ninguna de ellas, puedo jurarlo, sale Francis Lorenzo o José Coronado. Las hay para todos los gustos, y a cualquier hora del día te pueden sacar de un apuro para un ratico de ocio. Ahí vamos.
Glee.- Estamos en la midseason, es decir, no habrá más capítulos hasta abril, por lo que los fanáticos seguidores estamos con los pelos como escarpias y tenemos los tobillos destrozados de intentar remedar las coreografías de los chicos en nuestras habitaciones para poder sobrellevar el mono. Cuidado con las patas de los muebles. Es tan mona, tan tierna y tan dulce que debería ser insoportable, pero está tan bien hecha que es todo lo contrario: Imprescindible.
Modern Family.- Familia que unifica a todas las familias disfuncionales posibles y por haber. Con ese estilo de producción rollo docudrama, nos muestra de la forma más tronchante y más sarcástica el sentido de familia americana llevado a sus últimas consecuencias. Dialogos grandiosos. Para no parar de reir: Genial.
The Good Wife.- A lo mejor me dejo llevar por mi debilidad para con las series de abogados, pero the good wife me ha tenido enganchadísimo. Esta serie es más familiar, más cbs, pero no deja de ser interesantísima. Grande Joanna Margulies (si, la enfermera de urgencias): Para toda la familia.
Mad Men.- Sólo por los títulos de crédito ya adoraría esta serie. Fascinante y fidelísima recreación del mundo de la publicidad y de los publicistas en el Nueva York de los 60. Elegante e inteligentísima: Para fumarse un puro en cada capitulo.
Damages.- Creo que en España la han fusilado con Blanca Portillo de protagonista. Ni he intentado verlo. Mira que la Portillo me parece buena actriz, pero intentar compararla con Glen Close es, en fín, patético. Superserie, de nuevo de abogados, llena de misterio y de mala hostia. Para verla con un paqute de pipas.
Y sí, he olvidado a casico hecho (perdonadme el murcianismo) la tan adorada por mí hasta hace nada Gossip Girl. A pesar de la genial banda sonora, de lo que adoro a todos los personajes, el folletín ha alcanzado dosis tan altas de surrealismo, que de golpe y porrazo soy incapaz de ver más capitulos. Guilty Pleasure que ha perdido el pleasure totalmente.
Y cómo no, un poco de música. Observo horrorizado que han retirado todos los videos de Glee de youtube, pero no puedo evitar poner esta canción, aunque sólo sea el audio. Besos.
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